jueves, 20 de febrero de 2014

LA GENTE QUIERE PROGRESO, PERO CON RESPETO


Por: Julio Schiappa Pietra
schiapppa.estrategia@gmail.com


LOS PUENTES DE COMUNICACION MALOS ENTRE EL GOBIERNO Y LA GENTE

La reciente decisión de aumento a los ministros, secretarios generales, altos funcionarios del estado se ha hecho sin tomar en cuenta la opinión de los ciudadanos. El caso es un tema de marketing poltico que deja duras lecciones.
No es que se gobierne para la encuestas, pero sin encuestas no hay cómo medir la opinión de 30 millones de peruanos. Y sin saber lo que opinan los peruanos, hay medidas que son disparos al pie, que hacen enorme daño: 7 puntos cayó la recuperada imagen presidencial post Haya.
Algo injusto, después del inmenso esfuerzo del Presidente por situarse en la coyuntura histórica, de la Cancillería por llevar en orden el proceso, y del Premier, por unir a los políticos refractarios y sentarlos a la mesa con Humala para mostrar un frente unido.
La lección es clara, este es un país de ciudadanos, que votan en cada elección con inmensa sabiduría por un Presidente y que con sus opiniones sacuden los signos de mal gobierno. La tecnocracia sigue sin entender que a pesar del progreso evidente que se ha logrado, una masa crítica de la población sigue descontenta con lo que pasa.
Y es la mala política  comunicación del estado, adonde cada ministerio produce la publicidad que le parece, la ausencia de sentido común político para hacer alianzas, la falta de una permanente política de diálogo como práctica social entre los funcionarios del estado y el pueblo llano, el que pude arruinar el desarrollo económico. Lo dicen a las claras los siguientes ejemplos.
TACNA, TSUNAMI DESPUES DE LA HAYA
Un curtido pescador tacneño, dirigente sindical de Sama-Puerto Grau, se levantó e inició el desfleme: para él, sus afiliados,  no ganaban nada con La Haya, los derechos pesqueros en alta mar tenía pocas posibilidades para los hombres de mar artesanales. Y la anchoveta seguiría rumbo al sur sin respetar líneas de frontera. Mientras los peruanos nos conformábamos con poco mas de 5 mil toneladas, Chile capturaba mas de 300 mil .

Otros líderes ediles y sociales presentes en la reunión empezaron una ola de quejas por obras públicas que, aparentemente, la Región Tacna, la Municipalidad Provincial y algunos municipios distritales demoraban hasta las calendas griegas. Todo era sazonado con denuncias de corrupción e ineficiencias mil. Al final el gobierno central recibía los arañazos más crueles, conforme la pluma de la culpa era soplada arriba por los presentes.
Ojo que la reunión era una Encuentro de la circunspecta Contraloría General de la República, cuyos funcionarios soportaron la andanada popular por varias horas. Un desastre de relaciones públicas para el estado, pero un ejemplo de los temblores que recorren el tejido social del país
Este desfase-no se si comprobado en la encuestas- entre el triunfalismo centralista en Lima, que celebró lo de La Haya como el más grande éxito de dos siglos y un sector de la población, del lugar histórico que pagó los costos de una implacable ocupación, son sintomáticos de lo mal comunicados que estamos en el Perú.
Estas claves cruzadas de comunicación se hicieron evidentes con dos hechos adicionales ocurridos en Tacna. La mujer símbolo del spot del gobierno respaldando La Haya, fue totalmente marginadas y desairada en una reunión de damas tacneñas que no estaban de acuerdo con semejante difusión. Aprista al fin, la dama resistió con dignidad el embate de la furia femenina local.
Lo mismo pasó cuando una congresista del oficialismo, mujer generalmente muy centrada y de buen criterio, celebró en el Teatro Municipal de Tacna un evento para cantar victoria al conocerse el veredicto de la Corte Internacional. Mientras la cohorte oficialista celebraba, las Damas Plesbicitarias , protestaban por el resultado que les birlaba el acceso al mar. Para unos el score era 2 a 1a a favor de Peru, para ellas, en contra, 2-0.
CUZCO, DEL VOTO AL TE BOTO
Hace dos semanas hubo una Audiencia en el Cusco, con asistencia de tres Congresistas, todos oficialistas, elegidos por la inmensa fuerza electoral que Ollanta Humala consiguió en el Sur. En la reunión saltaron por los aires, literalmente, todo tipo de reclamos dirigidos a las autoridades de todo nivel.
Esto, en una zona con constante y revolucionario progreso debido al turismo, la minería y energía, pero adonde pésimas autoridades regionales y municipales incumplen con obras estratégicas para asegurar el progreso. La emblemática de todas las obras: el Aeropuerto Internacional de Chincheros, que no hay cuzqueño que no considero que es lo más cercano al Paraíso para su terruño.
Nuevamente el tema de la

corrupción retumbó con varias denuncias. Choreo evidente en un ex Presidente Regional encarcelado y otro-recién defenestrado-y, ahora, rumbo a la chirona. Y en alcaldes, como el de Santa Teresa y Echarate, que alquilan decenas de camionetas-propiedad de amigos y compadres, a miles de dólares mensuales, con el dinero del canon petrolero y gasífero. “Ni Pizarro le robó tanto a los incas como lo hacen las malas autoridades”, clama un dirigente del Frente de Defensa de Santa Teresa en la radio local.
La reunión derivó en un debate sobre un Paro Regional de Protesta, a pesar que los representantes al Congreso habían dedicado varias horas a canalizar las ofertas de solución. Como era lógico, los defensores del gobierno entraron al debate. Se desató el huracán Katrina y tuvieron que abandonar la cita en medio de una lluvia de improperios de los asistentes. Pésimas relaciones públicas para el estado, caos que impidió se negociara.
AGENDA POLITICA CRÍTICA
¿Qué produce semejantes desconexión entre los peruanos? Porque el tema no es sólo con las autoridades nacionales, si no también con las locales sometidas al cruel suplicio de mendigar obras que a veces el estado no puede hacer. Esto ocurre también en el nivel de pueblos y comunidades adonde los intereses no se negocian sino muchas veces se arbitran a palos.
Un  66% de los peruanos en todas las regiones manifiesta no estar informado de las obras que hacen sus autoridades, más del 80% piensan que hay corrupción, y el nivel de satisfacción con sus autoridades resulta siempre precario. Primera falla, los gobernantes tiene pésimos sistemas de comunicación con la gente. Casi siempre están de viaje, el centralismo regional y nacional no les deja tiempo libre para estar con sus electores, y presentes en sus municipios y regiones, la burocracia se encarga de devorar sus agendas
Otro problema es cómo las relaciones de poder transforman al líder edil o local. Lo descurbrió un histórico estudio de IMASEN , realizado por Giovanna Peñaflor,  para el Congreso de la República el año 2004. Un chiclayano, refiriendóse a un representante al Congreso que era de su barrio dijo algo lapidario: “ antes nos jugábamos un pichanguita y nos tomabamos nuestra cervecita, ahora ni se acuerda de nosotros, llega al aeropuerto, lo recogen 4 carros escolta, llenos de “tiras”, va a una ceremonia y se larga a Lima. Ni lo vemos, nosotros que votamos por él y sudamos la campaña electoral. No hace nada por Leonardo Ortiz, un barrio lleno de necesidades”. Esa es la ruptura, el cambio de actitud de lejanía del representante, que luego se vuelve despecho y  furia.
Y luego viene el rol de los medios de comunicación local. Como han sido arruinados por las grandes cadenas nacionales, sus periodistas, generalmente concesionarios independientes, cobran dinero por publicar noticias. El resultado es dramático y devastador para la democracia: no hay títere que quede con cabeza durante una campaña electoral si el candidato no compra la opinión de los medios.
Para evitar el bullying, lo propio hacen los gobiernos regionales y locales. Pero en esta resta nadie gana, la imagen de todas las formas de representación resulta destruida y los políticos son rehenes de estos medios locales. El gobierno nacional, que trabaja en la compra de publicidad en cadenas nacionales incluso por disposiciones  legales existentes.Por eso ningún gobierno  nacional ha tenido mayoritario apoyo local o regional, salvo Fujimori que le pagó a todos.
Es evidente que la gran reforma política que el Perú requiere es cambiar toda esta cadena de incomunicación y bloqueos mutuos que se han hecho evidentes con el reciente aumento ministerial y los casos aquí narrados sin mayor pretensión científica.

Se impone también un radical giro de la comunicación pública al nivel local y regional, allí se está forjando una opinión popular que apoya el progreso pero rechaza que no se respeten sus opiniones y que sus demandas no sean satisfechas por el estado. Y comunicar es el mejor signo de respeto de los gobiernos hacia sus ciudadanos.

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