martes, 12 de marzo de 2013

CONCLAVE: SE NECESITA UN MILAGRO

NOTA DEL EDITOR
No haber seguido al Concilio Vaticano II le ha costado a los últimos papas conservadores graves dificultades para lograr mantener a flote la barca de Pedro. 
Los desencuentros con la sociedad, sobretodo en el tema del celibato y la sexualidad humana, en un momento de liberación erótica del mundo, han generado una crisis interna muy grave. 2.5 billones de dólares han costado las reparaciones a miles de víctimas de los pederastras
La crisis es tambien de buen gobierno de la Iglesia como institución y como estado porque el poder temporal ha creado una costra corrupta, que Benedicto XVI no pudo derrotar. El conclave ya refleja pugnas y enfrentamientos decisivos en la vida de la doblemente milenaria institución: si Cristo no saca a los mercaderes de sus templos, tarde o temprano lo hará la opinión pública católica harta del gobierno de los pecados en los fueros del Señor. 
Este artículo del Embajador Oswaldo de Rivero señala apuntes intensos y objetivos sobre la pizarra de una elección disputada y muy polémica.
(Julio Schiappa Pietra)

 
 

Por Oswaldo de Rivero 

Este Conclave es diferente no solo porque su origen es la renuncia  del Papa, sino porque además, esta  decisión papal es el resultado de una  crisis en el seno de la Iglesia Católica.


Nada confirma  mejor esta  crisis  que la angustiosa declaración  de Benedictino XVI: “el Señor parecía estar durmiendo. Pero siempre he sabido que la Iglesia no es nuestra barca sino la suya, y que él no la dejará hundirse."   

Al decir esto, el Papa renunciante, no solo reconoció públicamente la severidad de la crisis, sino que además  rompió con valentía la  tradicional y cómoda  posición de la Curia romana de que los males que aquejan  a la Iglesia provienen del mundo y no del interior de ella misma.

 El principal mal que aqueja hoy a la Iglesia Católica es su anacrónica posición sobre la sexualidad.Las mujeres son para ella como menores de edad, no pueden ni siquiera regular  su ciclo reproductivo con la píldora de cada día ni con la del día siguiente. El aborto, les esta prohibido, inclusive en los casos de violación. Además, son inferiores al macho católico, no pueden aspirar a ser clérigos, tampoco tener  cargos eclesiásticos menores, ni siquiera pueden ayudar a hacer misa.


Hoy, en un mundo donde el sexo ha dejado de ser tabú y está omnipresente en  la vida cotidiana,  desde la política hasta el arte,  la aversión de la Iglesia al sexo es tal que dice no al condón  frente al peligro del Sida. Y no  solo eso, sino que además persiste  en que  sus sacerdotes continúen siendo célibes, situación que da como resultado que hoy  existan  sacerdotes amancebados, curas gays  que no pueden manifestar su tendencia y cientos de casos de curas pedófilos que la Iglesia  ha tratado de ocultar y luego compensar pagando, nada menos, que 2,3 billones de dólares  a las victimas.


Esta aversión al sexo, y sobre todo la reinante  misoginia y homofobia de la Iglesia  son el resultado de un sistema de dominación patriarcal retrógrado, incrustado desde el medioevo en el Vaticano, que hoy ha fracasado al estrellarse  contra un  nuevo orden sexual global donde las mujeres pueden controlan su ciclo  reproductivo, donde la mayoría de las relaciones  heterosexuales se practican fuera del matrimonio, y donde los homosexuales comienza  merecidamente a tener derechos.



El otro gran mal de la Iglesia es su mundalidad como lo muestra  la actual lucha por el poder, las intrigas, las traiciones y los escándalos  de  la Curia romana. El Vaticano no  es el cielo en la tierra sino la versión  moderna de los Borgias con Internet y Twiter, donde se sustraen documentos confidenciales del dormitorio del Papa y surgen Vatileaks que se filtran a la prensa italiana. Y todo esto con el trasfondo de una investigación policial sobre el lavado de dinero mafioso en el Banco del Vaticano. 


Fue toda esta divina farsa la que llevo a renunciar al  intelectual y piadoso Benidectino XVI.  Como bien dijo el Observatore Romano era “un pastor rodeado de lobos” 


Para extraer a la Iglesia de una de las más graves crisis de su historia,  este Conclave  tendría que elegir  un Papa joven con  carácter y gran capacidad ejecutiva  para reorganizar  la Curia romana y terminar, sin titubeos, con  los conflictos de poder  y los escándalos. También, el nuevo Papa, además de ser un ejecutivo con coraje, debería ser un intelectual moderno refinado y carismático  que  saque a la iglesia  de su patriarcalismo retrógrado, la reconcilie con las mujeres y haga que el celibato  de sus  sacerdotes sea voluntario.


En pocas palabras, se necesita un milagro.

viernes, 8 de marzo de 2013

BOLETIN DIGITAL HOJA DE RUTA Numero 2-2013





Presentamos nuestra segunda edicion de HOJA DE RUTA, siguiendo con nuestra secuenica de análisis respecto al centro de los conflictos sociales del pais: la minería 
Editor:Julio Schiappa Pietra
CONGA (II) ESCENARIOS ELECTORALES PREMATUROS
En cierta medida Cajamarca se ha vuelto una suerte de emblema de la política nacional tanto para el gobierno, que sufrió una derrota y la pérdida de 2 Jefes del Gabinete en los meses de confrontacion alrededor del Proyecto Conga. Asimismo ha perdido-en el proceso de Conga y Espinar- parte de su bancada parlamentaria y sufrido un drenaje de electores ubicados mas cerca de los anti mineros que del régimen.
Hasta la Revocatoria de la Alcaldes de Lima tiene que ver con Cajamarca: los dos principales grupos de regidores de Villarán son de Patria Roja y Tierra y Libertad, animadores de los anti mineros en esa región. Una derrota de ellos es la derrota de los planes anti mineros, su victoria se vuelve un factor de crecimiento de la ola anti inversiones.
Para la oposición de centro derecha-básicamente fujimorista- es la prueba ácida de que el gobierno no tiene capacidad de unir orden con progreso para garantizar las inversiones. Brillante oportunidad para posicionar candidatos y partidos con miras al proceso regional y municipal del 2014, primer paso para las presidenciales del 2016.
En este temprano inicio de la campaña electoral, el gobierno de Ollanta Humala debe tener rápidas reacciones políticas, mostrando resultados sociales de gestión, generando una alternativa de retorno a la confianza original, sobretodo de las poblaciones urbanas que sufren las nefastas consecuencias del proyecto anti minero.
El debate electoral de Cajamarca –como está planteado por los diversos actores-ya no será sólo en torno a Conga, sino sobre la viabilidad de un proyecto de gobierno que incluye a la minería-sostenible y amigable con las comunidades- como locomotora del progreso en esta región y el resto del país. Nada menos



  • 10 DE MARZO SE INICIA CAMPAÑA ELECTORAL FUJIMORISTA DESDE CAJAMARCA
Para el partido de gobierno y el propio Presidente Ollanta Humala, la plaza de Cajamarca tiene un gran simbolismo electoral y político. Perdida por el proceso Conga, no podrá  recuperarla en el mediano plazo. Por ello el furibundo activismo del Fujimorismo presenta un problema político serio dado que el PNP piensa apoyar una fórmula con aliados para renovar el gobierno regional.
Este domingo 10 de marzo se presentará de manera oficial el nuevo nombre del partido político fujimorista “Fuerza Popular” y será en la ciudad de Chilete (Cajamarca), según lo confirmó el congresista Joaquín Ramírez. Es decir, Cajamarca, específicamente Chilete, serán el escenario del lanzamiento de un partido nacional que luego será aquel con el cual se lance Keiko Fujimori a la Presidencia de la República el 2016..
Cabe advertir que Absalon Vasques podría no serparte de este proyecto, por lo cual se puede especular que el podría postular con su propia marca regional y colores.
Una dato clave de la política nacional es que este hecho, cargado de simbolismo al hacerlo en un pueblo andino y en Cajamarca que ha sido escenario de las mas duras batallas anti mineras, se lleva a cabo 7 dias antes de la revocatoria de la Alcaldesa de Lima, Susana Villarán.  Sus aliados son Tierra y Libertad y Patria Roja, impulsores de las protesta de Conga.
El fujimorismo busca impulsar un claro mensaje de campaña: nosotros somos el partido del progreso con minería y el partido del orden que el país necesita.
No apoyan la revocatoria ni se exponen como el APRA, pero esperan cosechar frutos de la derrota probable del NO para impulsar un mensaje que arrastre sectores medios y populares.
Joaquin Ramirez es uno de los dueños de la Universidad Alas Peruanas, y primo del propietario de la cadena universitaria mas grande del país. Osiris Ramirez, hermano del congresista fujimorista, será lanzado como candidato a la Región Cajamarca y Manuel Velarde, rector de la Universidad Antonio Urrelo, sería el candidato a la Alcaldia Provincial de Cajamarca
El arribo de Keiko a Cajamarca se espera para el sábado 09 de marzo, pero antes de dirigirse a Chilete cumplirá visitará e inaugurará los locales de comités políticos, entre ellos, Cajamarca, Jesús, Matara, Namora y Llacanora. El domingo por la mañana y antes de viajar a Chillete cumplirá la misma labor, pero esta vez en el distrito de Baños del Inca, visitará también San Juan, Choropampa y Magdalena

  • ANTI MINEROS RELANZAN NUEVA ETAPA DE PROTESTAS CONTRA CONGA
La campaña electoral del MAS  y de Tierra y Libertad tiene como eje de plan de campaña liderar la lucha emblemática de Conga, como un medio de proyección regional y nacional de los líderes del movimiento anti minero. Se apoya en el respaldo anti Conga que llegó a 41% (IPSO-APOYO) el verano pasado y 78% en Agosto 2012 según la misma encuestadora.
Si bien esta es su estrategia, no es tan fácil trasladar el apoyo de la protesta social al campo electoral. 30 años de fracasos electorales de Patria Roja y del PCP, ambos controlan el SUTEP y la CGTP, lo demuestran. Los luchadores sociales y ambientales son aceptados por la ciudadanía para ocupar las trincheras, pero no llenan de votos las ánforas.
Edy Benavidez, presidente del Frente de Defensa de Bambamarca y vocero del Comando Unitario de Lucha (CUL) de Cajamarca, aseguró que si en caso la empresa minera Yanacocha no cumple con el ultimátum que se les dio, para el retiro de maquinaria del proyecto Conga, en un plazo máximo de 15 días, se encargarán de neutralizar las diferentes actividades de las empresas.
Manifestó que no bloquearán las vías de acceso al proyecto minero, pero si adoptarán medidas para cumplir con la neutralización de las actividades mineras, aunque no precisó esas medidas.


  • DEBILIDADES DEL MOVIMIENTO ANTI MINERO
El movimiento anti Conga ha dado muestras de debilidades que impiden concentrar contingentes humanos en los páramos y lagunas, a lo cual se suma el tremendo desgaste sufrido con la recesión en Cajamarca. El movimiento tiende a volverse muy débil y focalizado porque la población está muy desgastada con el proceso de protesta que no culmina en negociación alguna.
No negociar revindicaciones y demandas de la población y trabajar con un calendario indefinido de sucesivas protestas, ha demostrado ser el peor negocio para Gregorio Santos al negar la esencia de su poder regional: ser intermediario con el poder nacional.
Esta debilidad política ya pasa la factura en la capital, Cajamarca, y podría dinamitar su base social conforme se desarrolle la campaña al 2014. Benavidez manifestó, que toman esta posición porque la empresa Yanacocha no da una información completa, respecto de la construcción de los reservorios, para el lado de Chaylluagón, y además aseguró que los reservorios que se están construyendo, serán para reemplazar a las lagunas.
RESUMEN EJECUTIVO
Cajamarca será el centro de una nueva ofensiva antiminera en los principales proyectos mineros, particularmente en relación con Conga durante todo el año 2013, a partir del fin de la temporada de lluvias
Gran entrada en el escenario de Keiko Fujimori como cabeza de la oposición. Difícil predicamento para Ollanta Humala que no pudo ganar en el proceso de Conga. Cajamarca se vuelve la punta de un triángulo de disputas políticas de cierta importancia.
Un lanzamiento con estas características proyecta también candidaturas regional y a la alcaldía provincial de Cajamarca que se proponen derrotar a Gregorio Santos y sus aliados con la fórmula Osiris Ramirez y Manuel Velarde. Ganando en el escenario electoral lo que los pro mineros perdieron en el social.
Las fuerzas del nacionalismo, partidariamente muy afectadas con el proceso de Conga, tienen posibilidad de intervenir en el proceso electoral a condición de sumar aliados y cosechar los logros del gobierno como resultados de la gestión del presidente Ollanta Humala. La fórmula Javier Bobadilla a la Presidencia del Gobierno Regional y Jesús Coronel a la Alcaldia Provincial de Cajamarca tiene posibilidades razonables en este contexto. La meta es mas limitada, se trata de ganar en la Provincia de Cajamarca y en algunas provincias, colocando un contingente de consejeros regionales y regidores.
Al marchar sin el nacionalismo, que viabilizó su candidatura el 2010 con un activo apoyo político, Gregorio Santos y el MAS DEBERÁN medirse en la arena regional con una reelección. Al igual que las otras fuerzas, la clave está en la alianza con líderes locales para asegurar alcaldías  y un esfuerzo de campaña regional.
Disminuidos en su presencia política y social, su eje programático tiene que ser un proceso Conga II para reactivar el movimiento anti minero y un esfuerzo para llevar a cabo obras públicas por parte del GR. Su fuerza reside en la polarización con la minería que aun persiste en sectores rurales de la población. Su debilidad es la mala gestión regional que no proyecta obras significativas para la población y la focalización extrema del programa político en Conga, lo cual reduce la intermediación de intereses de la población. Finalmente hay un desgaste evidente del proceso de lucha sin negociación que encabeza Gregorio Santos. En ese marco las fuerzas del MAS marchan a una confrontación con pronóstico reservado y adonde parece claro que no ganarán en la ciudad de Cajamarca.


jueves, 7 de marzo de 2013






 Sohr: Chile está preparado para agredir a sus vecinos


Santiago, lunes 4 de marzo de 2013, Radio Universidad de Chile.- Raúl Sohr apuntó que Chile gasta cinco mil millones de dólares en defensa, mientras Perú alcanza 1.500 millones y Bolivia solo 500 millones de la moneda norteamericana. “Qué puede pensar un país vecino cuando Chile tiene la mejor flota de submarinos de la región, la mejor flota de tanques, la Fuerza Aérea más poderosa y gasta, en proporción, el doble que Argentina en defensa. Todo esto, para los vecinos, tiene una lectura clarísima: este es un país que está preparado para agredir a sus vecinos”, aseveró.

Raúl Sohr: Chile manejó muy mal el caso de los soldados bolivianos. El analista internacional dijo a Radio Universidad de Chile que a los uniformados se les dio un trato "casi de delincuentes" que era innecesario y recalcó que Chile tiene una "mala imagen" en el continente: "Dicen que somos los fenicios de América Latina, porque lo único que nos importa es el comercio", indicó.

El analista internacional Raúl Sohr cuestionó este viernes el manejo chileno frente al caso de los tres soldados bolivianos detenidos por cruzar la frontera portando armamento, en la región de Tarapacá, y sostuvo que la solución a los conflictos con el vecino país pasan por un cambio en el concepto de soberanía.

En entrevista con el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile, el periodista dijo que “hay cierto consenso en que se manejó mal. Fue una actitud pesada de mano, innecesaria. La transgresión la cometieron los soldados bolivianos, no se puede culpar al Gobierno de Chile porque tres soldados bolivianos se extravían en la frontera e ingresan al territorio, pero era innecesario llevarlos a las audiencias esposados”.

Asimismo, Raúl Sohr subrayó que se trata de tres uniformados jóvenes que “no son fuerzas especiales ni gente con experiencias, pero los llevaron esposados y se les dio un trato casi de delincuentes”.

No obstante, el especialista recalcó que “lo fundamental es que hay una tensión creciente entre ambos países que se va a agravar con el tiempo. El Presidente Piñera señaló con absoluta claridad que Chile no está dispuesto a ceder ningún territorio, ninguna soberanía, blanco sobre negro. Le ha dicho a Bolivia que no se haga ninguna ilusión, que podemos conversar de lo que quieran, pero Chile no va a ceder ni un centímetro de su territorio”.

En ese sentido, explicó que “Chile tiene una mala imagen” en el contexto latinoamericano, donde es visto como un país muy próximo a Estados Unidos, lo que es confirmado por distintos acuerdos comerciales.

“Mucha gente, en broma, dice que somos los fenicios de América Latina, porque lo único que nos importa es el comercio, las relaciones políticas nos tienen sin cuidado. Y hay algo de verdad en eso. La política es importante y muchas cosas, a nivel de relaciones internacionales, se hacen por razones políticas y no solo por el comercio, que no es decisivo en todos los casos”, dijo.

Por el contrario, indicó, Bolivia ha optado por explotar “una cierta popularidad política” y “una simpatía natural” por su condición mediterránea. “A esto se suma una imagen de un Chile agresivo, con grandes empresas invirtiendo, sobre todo en el área andina. Hay un expansionismo económico chileno y a eso se suma un armamentismo que ahora se ha moderado un poco, pero que en un momento fue desbocado”, añadió.

Para graficarlo, Raúl Sohr apuntó que Chile gasta cinco mil millones de dólares en defensa, mientras Perú alcanza 1.500 millones y Bolivia solo 500 millones de la moneda norteamericana. “Qué puede pensar un país vecino cuando Chile tiene la mejor flota de submarinos de la región, la mejor flota de tanques, la Fuerza Aérea más poderosa y gasta, en proporción, el doble que Argentina en defensa. Todo esto, para los vecinos, tiene una lectura clarísima: este es un país que está preparado para agredir a sus vecinos”, aseveró.

Finalmente, el analista proyectó que las relaciones entre Chile y Bolivia “tienen que cambiar” y destacó que el país vecino también “ha cometido errores y adoptado actitudes incluso infantiles, como poner en su Constitución, con fecha, la obtención de un corredor soberano y continuo. Eso no es un tema constitucional”.

“La clave de la superación del problema en nuestras relaciones con Bolivia está en una nueva definición del concepto de soberanía. Cuando avanzan, todos los países van cediendo soberanía. Por ejemplo, Chile ya hizo una oferta de ceder soberanía administrativa sobre un puerto, lo que significa que, en territorio chileno, sería administrado por bolivianos y de acuerdo a reglamentos bolivianos. Incluso se planteó que ondeara la bandera boliviana, lo que no significa cesión de soberanía territorial”, explicó.


En esa línea, Raúl Sohr planteó que “todo esto hay que discutirlo, es la única manera de superarlo. Si Bolivia se mantiene encasillada en su postura dura, es decir, salida al océano Pacífico por territorio chileno, con un corredor continuo y soberano, no van a llegar a ninguna parte”.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Chavez segun Gabriel Garcia Marquez

El sol de tu bravura

Por: Gabriel García Márquez

En 1999, poco antes de que Hugo Chávez Frías asumiera como presidente de Venezuela, Gabriel García Márquez lo entrevistó en un avión durante un viaje de La Habana a Caracas. A medida que charlaban, el Nóbel colombiano fue descubriendo una personalidad que no se correspondía con la imagen de déspota que tenía formada a través de los medios. Existían dos Chávez. ¿Cuál era el real? Un perfil del presidente que se hizo militar para jugar al beisbol, que recitaba de memoria poemas de Neruda o Walt Whitman y murió de cáncer a los 58 años. Iconoclasistas ilustró especialmente para Anfibia.

Carlos Andrés Pérez descendió al atardecer del avión que lo llevó de Davos, Suiza, y se sorprendió de ver en la plataforma al general Fernando Ochoa Antich, su ministro de Defensa. "¿Qué pasa?", le preguntó intrigado. El ministro lo tranquilizó, con razones tan confiables, que el Presidente no fue al Palacio de Miraflores sino a la residencia presidencial de La Casona. Empezaba a dormirse cuando el mismo ministro de Defensa lo despertó por teléfono para informarle de un levantamientio militar en Maracay. Había entrado apenas en Miraflores cuando estallaron las primeras cargas de artillería.
Era el 4 de febrero de 1992. El coronel Hugo Chávez Frías, con su culto sacramental de las fechas históricas, comandaba el asalto desde su puesto de mando improvisado en el Museo Histórico de La Planicie. El Presidente comprendió entonces que su único recurso estaba en el apoyo popular, y se fue a los estudios de Venevisión para hablarle al país. Doce horas después el golpe militar estaba fracasado. Chávez se rindió, con la condición de que también a él le permitieran dirigirse al pueblo por la televisión. El joven coronel criollo, con la boina de paracaidista y su admirable facilidad de palabra, asumió la responsabilidad del movimiento. Pero su alocución fue un triunfo político. Cumplió dos años de cárcel hasta que fue amnistiado por el presidente Rafael Caldera. Sin embargo, muchos partidarios como no pocos enemigos han creído que el discurso de la derrota fue el primero de la campaña electoral que lo llevó a la presidencia de la República menos de nueve años después.
El presidente Hugo Chávez Frías me contaba esta historia en el avión de la Fuerza Aérea Venezolana que nos llevaba de La Habana a Caracas, hace dos semanas, a menos de quince días de su posesión como presidente constitucional de Venezuela por elección popular. Nos habíamos conocido tres días antes en La Habana, durante su reunión con los presidentes Castro y Pastrana, y lo primero que me impresionó fue el poder de su cuerpo de cemento armado. Tenía la cordialidad inmediata, y la gracia criolla de un venezolano puro. Ambos tratamos de vernos otra vez, pero no nos fue posible por culpa de ambos, así que nos fuimos juntos a Caracas para conversar de su vida y milagros en el avión.


Fue una buena experiencia de reportero en reposo. A medida que me contaba su vida iba yo descubriendo una personalidad que no correspondía para nada con la imagen de déspota que teníamos formada a través de los medios. Era otro Chávez. ¿Cuál de los dos era el real?
El argumento duro en su contra durante la campaña había sido su pasado reciente de conspirador y golpista. Pero la historia de Venezuela ha digerido a más de cuatro. Empezando por Rómulo Betancourt, recordado con razón o sin ella como el padre de la democracia venezolana, que derribó a Isaías Medina Angarita, un antiguo militar demócrata que trataba de purgar a su país de los treintiséis años de Juan Vicente Gómez. A su sucesor, el novelista Rómulo Gallegos, lo derribó el general Marcos Pérez Jiménez, que se quedaría casi once años con todo el poder. Éste, a su vez, fue derribado por toda una generación de jóvenes demócratas que inauguró el período más largo de presidentes elegidos.
El golpe de febrero parece ser lo único que le ha salido mal al coronel Hugo Chávez Frías. Sin embargo, él lo ha visto por el lado positivo como un revés providencial. Es su manera de entender la buena suerte, o la inteligencia, o la intuición, o la astucia, o cualquiera cosa que sea el soplo mágico que ha regido sus actos desde que vino al mundo en Sabaneta, estado Barinas, el 28 de julio de 1954, bajo el signo del poder: Leo. Chávez, católico convencido, atribuye sus hados benéficos al escapulario de más de cien años que lleva desde niño, heredado de un bisabuelo materno, el coronel Pedro Pérez Delgado, que es uno de sus héroes tutelares.
Sus padres sobrevivían a duras penas con sueldos de maestros primarios, y él tuvo que ayudarlos desde los nueve años vendiendo dulces y frutas en una carretilla. A veces iba en burro a visitar a su abuela materna en Los Rastrojos, un pueblo vecino que les parecía una ciudad porque tenía una plantita eléctrica con dos horas de luz a prima noche, y una partera que lo recibió a él y a sus cuatro hermanos. Su madre quería que fuera cura, pero sólo llegó a monaguillo y tocaba las campanas con tanta gracia que todo el mundo lo reconocía por su repique. "Ese que toca es Hugo", decían. Entre los libros de su madre encontró una enciclopedia providencial, cuyo primer capítulo lo sedujo de inmediato: Cómo triunfar en la vida.
Era en realidad un recetario de opciones, y él las intentó casi todas. Como pintor asombrado ante las láminas de Miguel Angel y David, se ganó el primer premio a los doce años en una exposición regional. Como músico se hizo indispensable en cumpleaños y serenatas con su maestría del cuatro y su buena voz. Como beisbolista llegó a ser un catcher de primera. La opción militar no estaba en la lista, ni a él se le habría ocurrido por su cuenta, hasta que le contaron que el mejor modo de llegar a las grandes ligas era ingresar en la academia militar de Barinas. Debió ser otro milagro del escapulario, porque aquel día empezaba el plan Andrés Bello, que permitía a los bachilleres de las escuelas militares ascender hasta el más alto nivel académico.
Estudiaba ciencias políticas, historia y marxismo al leninismo. Se apasionó por el estudio de la vida y la obra de Bolívar, su Leo mayor, cuyas proclamas aprendió de memoria. Pero su primer conflicto consciente con la política real fue la muerte de Allende en septiembre de 1973. Chávez no entendía. ¿Y por qué si los chilenos eligieron a Allende, ahora los militares chilenos van a darle un golpe? Poco después, el capitán de su compañía le asignó la tarea de vigilar a un hijo de José Vicente Rangel, a quien se creía comunista. "Fíjate las vueltas que da la vida", me dice Chávez con una explosión de risa. "Ahora su papá es mi canciller". Más irónico aún es que cuando se graduó recibió el sable de manos del presidente que veinte años después trataría de tumbar: Carlos Andrés Pérez.
"Además", le dije, "usted estuvo a punto de matarlo". "De ninguna manera", protestó Chávez. "La idea era instalar una asamblea constituyente y volver a los cuarteles". Desde el primer momento me había dado cuenta de que era un narrador natural. Un producto íntegro de la cultura popular venezolana, que es creativa y alborazada. Tiene un gran sentido del manejo del tiempo y una memoria con algo de sobrenatural, que le permite recitar de memoria poemas de Neruda o Whitman, y páginas enteras de Rómulo Gallegos.
Desde muy joven, por casualidad, descubrió que su bisabuelo no era un asesino de siete leguas, como decía su madre, sino un guerrero legendario de los tiempos de Juan Vicente Gómez. Fue tal el entusiasmo de Chávez, que decidió escribir un libro para purificar su memoria. Escudriñó archivos históricos y bibliotecas militares, y recorrió la región de pueblo en pueblo con un morral de historiador para reconstruir los itinerarios del bisabuelo por los testimonios de sus sobrevivientes. Desde entonces lo incorporó al altar de sus héroes y empezó a llevar el escapulario protector que había sido suyo.
Uno de aquellos días atravesó la frontera sin darse cuenta por el puente de Arauca, y el capitán colombiano que le registró el morral encontró motivos materiales para acusarlo de espía: llevaba una cámara fotográfica, una grabadora, papeles secretos, fotos de la región, un mapa militar con gráficos y dos pistolas de reglamento. Los documentos de identidad, como corresponde a un espía, podían ser falsos. La discusión se prolongó por varias horas en una oficina donde el único cuadro era un retrato de Bolívar a caballo. "Yo estaba ya casi rendido, -me dijo Chávez-, pues mientras más le explicaba menos me entendía". Hasta que se le ocurrió la frase salvadora: "Mire mi capitán lo que es la vida: hace apenas un siglo éramos un mismo ejército, y ése que nos está mirando desde el cuadro era el jefe de nosotros dos. ¿Cómo puedo ser un espía?". El capitán, conmovido, empezó a hablar maravillas de la Gran Colombia, y los dos terminaron esa noche bebiendo cerveza de ambos países en una cantina de Arauca. A la mañana siguiente, con un dolor de cabeza compartido, el capitán le devolvió a Chávez sus enseres de historiador y lo despidió con un abrazo en la mitad del puente internacional.
"De esa época me vino la idea concreta de que algo andaba mal en Venezuela", dice Chávez. Lo habían designado en Oriente como comandante de un pelotón de trece soldados y un equipo de comunicaciones para liquidar los últimos reductos guerrilleros. Una noche de grandes lluvias le pidió refugio en el campamento un coronel de inteligencia con una patrulla de soldados y unos supuestos guerrilleros acabados de capturar, verdosos y en los puros huesos. Como a las diez de la noche, cuando Chávez empezaba a dormirse, oyó en el cuarto contiguo unos gritos desgarradores. "Era que los soldados estaban golpeando a los presos con bates de béisbol envueltos en trapos para que no les quedaran marcas", contó Chávez. Indignado, le exigió al coronel que le entregara los presos o se fuera de allí, pues no podía aceptar que torturara a nadie en su comando. "Al día siguiente me amenazaron con un juicio militar por desobediencia, -contó Chávez- pero sólo me mantuvieron por un tiempo en observación".
Pocos días después tuvo otra experiencia que rebasó las anteriores. Estaba comprando carne para su tropa cuando un helicóptero militar aterrizó en el patio del cuartel con un cargamento de soldados mal heridos en una emboscada guerrillera. Chávez cargó en brazos a un soldado que tenía varios balazos en el cuerpo. "No me deje morir, mi teniente"... le dijo aterrorizado. Apenas alcanzó a meterlo dentro de un carro. Otros siete murieron. Esa noche, desvelado en la hamaca, Chávez se preguntaba: "¿Para qué estoy yo aquí? Por un lado campesinos vestidos de militares torturaban a campesinos guerrilleros, y por el otro lado campesinos guerrilleros mataban a campesinos vestidos de verde. A estas alturas, cuando la guerra había terminado, ya no tenía sentido disparar un tiro contra nadie". Y concluyó en el avión que nos llevaba a Caracas: "Ahí caí en mi primer conflicto existencial".
Al día siguiente despertó convencido de que su destino era fundar un movimiento. Y lo hizo a los veintitrés años, con un nombre evidente: Ejército bolivariano del pueblo de Venezuela. Sus miembros fundadores: cinco soldados y él, con su grado de subteniente. "¿Con qué finalidad?" le pregunté. Muy sencillo, dijo él: "con la finalidad de prepararnos por si pasa algo". Un año después, ya como oficial paracaidista en un batallón blindado de Maracay, empezó a conspirar en grande. Pero me aclaró que usaba la palabra conspiración sólo en su sentido figurado de convocar voluntades para una tarea común.
Esa era la situación el 17 de diciembre de 1982 cuando ocurrió un episodio inesperado que Chávez considera decisivo en su vida. Era ya capitán en el segundo regimiento de paracaidistas, y ayudante de oficial de inteligencia. Cuando menos lo esperaba, el comandante del regimiento, Ángel Manrique, lo comisionó para pronunciar un discurso ante mil doscientos hombres entre oficiales y tropa.
A la una de la tarde, reunido ya el batallón en el patio de fútbol, el maestro de ceremonias lo anunció. "¿Y el discurso?", le preguntó el comandante del regimiento al verlo subir a la tribuna sin papel. "Yo no tengo discurso escrito", le dijo Chávez. Y empezó a improvisar. Fue un discurso breve, inspirado en Bolívar y Martí, pero con una cosecha personal sobre la situación de presión e injusticia de América Latina transcurridos doscientos años de su independencia. Los oficiales, los suyos y los que no lo eran, lo oyeron impasibles. Entre ellos los capitanes Felipe Acosta Carle y Jesús Urdaneta Hernández, simpatizantes de su movimiento. El comandante de la guarnición, muy disgustado, lo recibió con un reproche para ser oído por todos:
"Chávez, usted parece un político". "Entendido", le replicó Chávez.
Felipe Acosta, que medía dos metros y no habían logrado someterlo diez contendores, se paró de frente al comandante, y le dijo: "Usted está equivocado, mi comandante. Chávez no es ningún político. Es un capitán de los de ahora, y cuando ustedes oyen lo que él dijo en su discurso se mean en los pantalones".


Entonces el coronel Manrique puso firmes a la tropa, y dijo: "Quiero que sepan que lo dicho por el capitán Chávez estaba autorizado por mí. Yo le di la orden de que dijera ese discurso, y todo lo que dijo, aunque no lo trajo escrito, me lo había contado ayer". Hizo una pausa efectista, y concluyó con una orden terminante: "¡Que eso no salga de aquí!".
Al final del acto, Chávez se fue a trotar con los capitanes Felipe Acosta y Jesús Urdaneta hacia el Samán del Guere, a diez kilómetros de distancia, y allí repitieron el juramento solemne de Simón Bolívar en el monte Aventino. "Al final, claro, le hice un cambio", me dijo Chávez. En lugar de "cuando hayamos roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español", dijeron: "Hasta que no rompamos las cadenas que nos oprimen y oprimen al pueblo por voluntad de los poderosos".
Desde entonces, todos los oficiales que se incorporaban al movimiento secreto tenían que hacer ese juramento. La última vez fue durante la campaña electoral ante cien mil personas. Durante años hicieron congresos clandestinos cada vez más numerosos, con representantes militares de todo el país. "Durante dos días hacíamos reuniones en lugares escondidos, estudiando la situación del país, haciendo análisis, contactos con grupos civiles, amigos. "En diez años -me dijo Chávez- llegamos a hacer cinco congresos sin ser descubiertos".
A estas alturas del diálogo, el Presidente rió con malicia, y reveló con una sonrisa de malicia: "Bueno, siempre hemos dicho que los primeros éramos tres. Pero ya podemos decir que en realidad había un cuarto hombre, cuya identidad ocultamos siempre para protegerlo, pues no fue descubierto el 4 de febrero y quedó activo en el Ejército y alcanzó el grado de coronel. Pero estamos en 1999 y ya podemos revelar que ese cuarto hombre está aquí con nosotros en este avión". Señaló con el índice al cuarto hombre en un sillón apartado, y dijo: "¡El coronel Badull!".
De acuerdo con la idea que el comandante Chávez tiene de su vida, el acontecimiento culminante fue El Caracazo, la sublevación popular que devastó a Caracas. Solía repetir: "Napoleón dijo que una batalla se decide en un segundo de inspiración del estratega". A partir de ese pensamiento, Chávez desarrolló tres conceptos: uno, la hora histórica. El otro, el minuto estratégico. Y por fin, el segundo táctico. "Estábamos inquietos porque no queríamos irnos del Ejército", decía Chávez. "Habíamos formado un movimiento, pero no teníamos claro para qué". Sin embargo, el drama tremendo fue que lo que iba a ocurrir ocurrió y no estaban preparados. "Es decir -concluyó Chávez- que nos sorprendió el minuto estratégico".
Se refería, desde luego, a la asonada popular del 27 de febrero de 1989: El Caracazo. Uno de los más sorprendidos fue él mismo. Carlos Andrés Pérez acababa de asumir la presidencia con una votación caudalosa y era inconcebible que en veinte días sucediera algo tan grave. "Yo iba a la universidad a un postgrado, la noche del 27, y entro en el fuerte Tiuna en busca de un amigo que me echara un poco de gasolina para llegar a la casa", me contó Chávez minutos antes de aterrizar en Caracas. "Entonces veo que están sacando las tropas, y le pregunto a un coronel: ¿Para dónde van todos esos soldados? Porque que sacaban los de Logística que no están entrenados para el combate, ni menos para el combate en localidades. Eran reclutas asustados por el mismo fusil que llevaban. Así que le pregunto al coronel: ¿Para dónde va ese pocotón de gente? Y el coronel me dice: A la calle, a la calle. La orden que dieron fue esa: hay que parar la vaina como sea, y aquí vamos. Dios mío, ¿pero qué orden les dieron? Bueno Chávez, me contesta el coronel: la orden es que hay que parar esta vaina como sea. Y yo le digo: Pero mi coronel, usted se imagina lo que puede pasar. Y él me dice: Bueno, Chávez, es una orden y ya no hay nada qué hacer. Que sea lo que Dios quiera".
Chávez dice que también él iba con mucha fiebre por un ataque de rubéola, y cuando encendió su carro vio un soldadito que venía corriendo con el casco caído, el fusil guindando y la munición desparramada. "Y entonces me paro y lo llamo", dijo Chávez. "Y él se monta, todo nervioso, sudado, un muchachito de 18 años. Y yo le pregunto: Ajá, ¿y para dónde vas tú corriendo así? No, dijo él, es que me dejó el pelotón, y allí va mi teniente en el camión. Lléveme, mi mayor, lléveme. Y yo alcanzo el camión y le pregunto al que los lleva: ¿Para dónde van? Y él me dice: Yo no sé nada. Quién va a saber, imagínese". Chávez toma aire y casi grita ahogándose en la angustia de aquella noche terrible: "Tú sabes, a los soldados tú los mandas para la calle, asustados, con un fusil, y quinientos cartuchos, y se los gastan todos. Barrían las calles a bala, barrían los cerros, los barrios populares. ¡Fue un desastre! Así fue: miles, y entre ellos Felipe Acosta". "Y el instinto me dice que lo mandaron a matar", dice Chávez. "Fue el minuto que esperábamos para actuar". Dicho y hecho: desde aquel momento empezó a fraguarse el golpe que fracasó tres años después.
El avión aterrizó en Caracas a las tres de la mañana. Vi por la ventanilla la ciénaga de luces de aquella ciudad inolvidable donde viví tres años cruciales de Venezuela que lo fueron también para mi vida. El presidente se despidió con su abrazo caribe y una invitación implícita: "Nos vemos aquí el 2 de febrero". Mientras se alejaba entre sus escoltas de militares condecorados y amigos de la primera hora, me estremeció la inspiración de que había viajado y conversado a gusto con dos hombres opuestos. Uno a quien la suerte empedernida le ofrecía la oportunidad de salvar a su país. Y el otro, un ilusionista, que podía pasar a la historia como un déspota más.

Este artículo fue publicado originalmente en la revista Cambio de Colombia en febrero de 1999 con el título: “El enigma de los dos Chávez”.