jueves, 30 de abril de 2015

QUIEN ES EL ENANO: ¿DE SOTO O PIKETTY?

HOJA CON RUTA


Por: Julio Schiappa Pietra

“Es un enano frente a Marx”, así de faltoso estuvo Hernando de Soto con el gran economista francés Nicholas Piketty, autor de El Capital en el Siglo XXI, sobre quien sostiene tiene errores de análisis y tesis equivocadas que no se aplican al caso de las poblaciones informales en el Perú y los países desarrollados. 
NICHOLAS PIKETTY

El Capital en el Siglo XXI, convertido en libro de cabecera de Barack Obama, es un riesgo para los economistas y políticos conservadores, porque ha puesto las flechas de la verdad al llamar a los ricos, ricos, y a la desigualdad como algo intrínseco al capitalismo. 

LA REVOLUCION IDEOLÓGICA DE NICHOLAS PIKETTY
Toda producción intelectual debe ser cuestionada, pero el gran aporte de El Capital en el siglo XXI, no son sólo sus investigaciones y conclusiones, sino haber remecido dogmas que durante 20 años fosilizaron el pensamiento económico. Supuestos como la inevitable ruta a la igualdad si se aplican las reglas del capitalismo ortodoxo, la justicia intrínseca de que los ricos sean mas ricos, que los impuestos no regulen la riqueza, son parte del ABC que consagra la riqueza de los ricos como la ruta inevitable al progreso. 
Esa liberación de los espíritus para cuestionar lo que se enseña en economía, lo que se practica en el ejercicio del gobierno y las supuestos que directivos de muchas empresas toman como vigas maestras del emprendimiento, es un poderoso movimiento transformador.
Algunas de sus ideas-dinamita son:
Impuesto universal a los ricos. “Los ricos aumentan cada año un 8% su fortuna mientras la riqueza media apenas crece el 1%. Por eso propongo un impuesto universal progresivo para millonarios que nos haría más prósperos a todos”.
Límites al capitalismo y repensar la democracia. “Creo en el progreso técnico y en la mundialización, y el libro no es pesimista con respecto al futuro. Simplemente, para que estas cosas beneficien a todos, hacen falta instituciones democráticas, sociales, educativas, fiscales y financieras que funcionen correctamente. El problema es que, después de la caída del Muro de Berlín, nos imaginamos por un momento que era suficiente con basarse en las fuerzas naturales del mercado para que el proceso de mundialización y de competencia beneficiase a todos. Creo que ahí está el error. Hay que repensar los límites del mercado, los límites del capitalismo, y repensar también las instituciones democráticas”.
La austeridad no es el remedio. “La idea según la cual hay que insistir en purgar los presupuestos a base de más austeridad para curar al enfermo me parece completamente insensata. 
En tiempos de crisis, el capitalismo acelera la desigualdad. “Hemos investigado tres siglos de historia económica del mundo y una de sus leyes explica la tendencia a la desigualdad social: el interés r (de return) que perciben los ricos por su capital tiende a ser mayor que el crecimiento económico g (de growth). (…) “Es una tendencia que no implica que la desigualdad crezca para siempre, pero explica que se puede perpetuar. 
EE UU ha acertado, y Europa no. “El resultado global de las políticas de austeridad en Europa en los últimos cuatro o cinco años es, de manera objetiva, muy malo. Estados Unidos tenía una tasa de paro muy similar a la zona euro hace unos años y hoy en día la diferencia es enorme porque Obama ha aplicado políticas de estímulo y no de austeridad.
Multinacionales frente a pymes. “Las multinacionales, en la práctica, pagan un tipo impositivo más débil que nuestras pequeñas y medianas empresas, lo que no tiene ningún sentido desde el punto de vista de la equidad ni de la eficacia económica”.
La crisis de las clases medias. “Para mí la clase media es el 40% que no está ni entre el 50% más pobre ni entre el 10% más rico. Y hace un siglo ese 40% no existía: el 90% era pobre y punto. Hoy el 60% de la riqueza –el 70% en EE UU– va al 10% millonario, que aumenta su dinero tres veces más rápido que la media”. (…) “Hoy la clase media recibe sólo el 20% de la riqueza. Y disminuye: en EE UU ya no es el 40% de la población, sino apenas el 30%”.
La educación como igualador social y motor del crecimiento. “La desigualdad puede ayudar al crecimiento hasta cierto punto, pero más allá de un determinado nivel de desigualdad se obtiene, sobre todo, un efecto negativo que reduce la movilidad en la sociedad y conduce a la perpetuación en el tiempo de la estratificación social. Esto tiene un impacto negativo sobre el crecimiento. El otro efecto negativo se produce a través de las instituciones políticas: una desigualdad muy fuerte puede conducir a la captura de las instituciones democráticas por parte de una pequeña élite que no va necesariamente a invertir en la sociedad pensando en el conjunto de la población. Por eso el crecimiento en el siglo XXI va a depender en gran medida de la inversión en educación y en formación, de que ésta no sea únicamente para una pequeña élite sino para la inmensa mayoría de la población”.

EL MISTERIO DEL CAPITAL
La critica de Hernando de Soto a Piketty es bastante contundente: el francés escribe la historia con la visión de los países desarrollados y olvida la enorme riqueza que se produce en la informalidad, en los países en desarrollo. Su visión seria del norte y no del sur. 
De Soto sostiene que un ejemplo muy claro es que la reducción de las desigualdades sociales ha sido liderada por China, India o Brasil. Señala que el mundo no ha sido tan igualitario como ahora: 28 de las diferencias del ingreso per cápita entre el norte y el sur de la tierra han sido superadas gracias al crecimiento en los países en desarrollo.
Según los conservadores del Instituto Brooking´s , América Latina, Africa y Asia contaban con 843 millones en la clase media el 2009, serán 2,213 millones el 2020. Argumento estrella de la tesis del piloto automático del crecimiento económico. 
Pero ese crecimiento de la clase media ha traído también un incremento de las desigualdades al interior de los países. China, el ejemplo exitoso de un mix de socialismo y capitalismo, registra creciente desigualdad: el indíce GINI marcaba en 1984 de 27.7 y en el 2008 era de 46.5 (a mayor porcentaje GINI, mayor desigualdad en la renta entre familias). Así, la tesis del autor del Misterio de Capital queda en nada justo en los países emblema del desarrollo económico.
El aporte de Piketty es un llamado a cambiar el sistema económico por uno mas justo, sin abandonar el mercado. Su critica es la mas completa, hasta ahora conocida, después de Carlos Marx, del sistema que ha generado la globalización.
El Misterio del Capital, obra de De Soto, sustenta la tesis de que la riqueza del los pobres reside en la propiedad de tierras y bienes generados informalmente y que el sistema no reconoce como capital. Pero si el resultado es continuar con el modelo económico mundial, como lo dice sin tapujos JJ Garrido, director de Peru 21, el verdadero misterio quedaría claro: De Soto empuja una polémica para ratificar las mismas vigas injustas que crearon el capitalismo casino y los bonos basura. 
Hernando de Soto nunca ha roto con esas cadenas ideológicas. En términos de economía política es un enano frente a Piketty.