Por: Julio Schiappa
China no es sólo una gran corporación, hay mucho mas
que negocios detrás del formidable desarrollo del gigante que hoy invade el
mundo. Hay un juego de poder mundial, con el cual los países chicos debemos
dejar en claro que quien compra bienes naturales de la nación, deben pagar
impuestos, al comprar otros negocios, y, que debe haber equivalencia en el
trato entre estados soberanos. Ambos con 20 mil años de historia, ambos con
beneficios por ganar en una relación de socios comerciales, que no debe
comenzar con desequilibrios.
CHINA
COME HERE, YANKEES GO HOME
“China come here, Yankees go home” es hoy el imaginario
lema con el que los lideres cubanos,
piensan imitar al exitoso Vietnam, segunda potencia del Asia. Ya
iniciaron los cambios hacia el mercado, gestionando apoyo financiero de los
Chinos. Maduro, desesperado por venderle petróleo y gas al dragón chino
pintaría con gusto el lema en todo Caracas. Los Yanquis le compran 25% menos
petróleo que en vida de Hugo Chávez.
¿Por qué resulta América Latina clave para China?
Porque es un territorio sin dueño, desde que Obama decidió no asomar las
narices fuera de su país, hasta no superar la formidable crisis económica de
USA. Porque tiene inmensas riquezas naturales que China ya compra o invierte en
transformarlas, como las mineras que ha adquirido en Perú. Adicionalmente es un
aliado natural con su presencia de gobiernos de izquierda y progresistas que
tienen en Brasil un referente político natural, el aliado estratégico de China
al sur del río Grande.
Históricamente la presencia de China en America Latina se
explica porque los grandes procesos de revolución industrial y de modernización
económica van acompañados de otros de hegemonía política mundial y regional,
como ocurrió con Gran Bretaña, Estados Unidos, Japón y, ahora, muy
probablemente con China.
COME POLLOS
En períodos de crisis mundial como la presente, “de gran
desorden bajo los cielos” como decía Confucio y repetía Mao, “unos crian
gallinas y otros se comen los pollos” dice otro soberbio proverbio chino. Es
decir, unos dan la pelea por ser mas grandes, mientras los zorros aprovechan
para alimentarse bien, y, siendo fuertes, pasar de comer pollos a
deglutir gallinas.
Li Xi, Presidente de China, en un inusual segundo
viaje a America Larina en menos de un año, viajará a Brasil para participar en
la cumbre de las potencias emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica) que se celebrará en la ciudad de Fortaleza. Parece que los pollos
del zorro chino son los del BRICS, formidable frente de ideología progresista,
que es hoy una bloque mundial mucho mas activo que la esclerótica Unión
Europea.
Esa es la esencia de la política internacional y militar
China, crear condiciones económicas primero, para luego participar en una orden
nuevo, de tipo multipolar.
Los chinos saben que por razones de idioma, culturales,
políticas, de desarrollo económico, es muy difícil que ellos dominen el mundo
globalizado y piensan hacerlo evitando la guerra. Por eso patean a las calendas
griegas eso de que “serán la primera potencia mundial”. Por ahora prefieren
comer pollos como el zorro porque saben “que es fácil subirse a un tigre, lo
difícil es luego bajarse”. Exactamente esa es la dificil ubicación de una
superpotencia como EEUU en un escenario mundial tan inestable y violento como
el de hoy.
Es por eso que sus prácticas comerciales son blandas, su
diplomacia habla de la “amistad entre los pueblos”, su presencia militar es
bastante moderada, su influencia política mucho mas cuidadosa que la del
chavismo o los cubanos.
LA BOMBA DE LAS BAMBAS
Los inversionistas chinos han pagado al contado por
la compra del gigantesco yacimiento de las Bambas, nada menos que 5,800
millones de dólares, la mas grande compra de una mina en la historia del país y
quizás en América Latina.
Se dice que a la empresa Glencore-Xtrata,
propietaria-vendedora de las Bambas ,los chinos les dieron tratamiento con Kung
Fu: o vendían o se exponían a perder a su principal comprador de minerales en
todo el mundo. Nunca un grupo de suizos sufrió tanto, como los atormentados
negociadores enfrentados a un puñado de chinos, todos jóvenes y graduados en
las mejores universidades del mundo. Los asiáticos mandaron la operación al
diablo tres veces, hasta que con evangélica y monetaria emulación, nadie paga
al contado una mina en este mundo cruel, los suizos enterraron el pico.
El tamaño de esta compra no queda allí. China es dueña de
Río Blanco (US$ 1,500 millones), Galeno (US$ 2,500 millones), Toromocho (US$
4,832 milllones), Pampa del Pongo (US$ 3,280 millones). Con estas inversiones,
según la Cámara de Comercio Peruano-China, la ola amarilla de dinero ha llegado
a 19 mil millones de dólares.
En el Perú los inversionistas chinos, jóvenes yuppies de
Shangai o Pekín, son conocidos por agarrar de cholitos a los empresarios
locales, sacarles tomos enteros de información industrial y comercial para
definir una y ninguna inversión. Sin embargo la ola de buscadores de
inversiónes potenciales ha dado lugar a los de inversionistas que buscan
asegurar reservas estratégicas de materias primas para el dragón que empieza a
despertar.
Se dice que China Petroleum quiere comprar Petroperú,
hipótesis reforzada con el artículo 6 de la ley que autoriza la inversión en la
refinería de Talara y que obliga a tener accionistas privados en un 40%, antes
que el gigante estatal pueda hacer otras inversiones.
Por una compra de yacimientos a Petrobrás en la selva
peruana, por US$2,800 millones pagados por los chinos, nadie pagó impuestos.
¿Cuánto se pagará por Las Bambas a la SUNAT? No es culpa de los inversionistas.
La legislación actual, que permite la tributación en el país de origen de
los compradores lo permite. O sea que los suizos podrían pagarlos en Zurich o
Ginebra y los chinos en Pekín.
Napoleón decía que “hay que tener cuidado con no
despertar el dragón chino”. Ahora en estos tiempos el dragón ha despertado, el
bicho está bien grande, y , al dejarlo ingresar al Perú, no debe aplastarnos de
un pisotón.