miércoles, 12 de noviembre de 2014

PERUGUALA





Por: Julio Schiappa Pietra

¿Es México el espejo en que debemos mirarnos los peruanos al borde de un abismo de crisis empujada por la droga y el crimen?  No parecía, pero con 7 cárteles mexicanos actuando en Perú, con la generalización de la violencia y la exportación de coca en aumento exponencial,  parecemos charros maleros del mero, mero.

IGUALA-CHICLAYO
¿No se parecen como una gota de agua el Alcalde de Chiclayo, “Beto” Castro y su novia Katiuska, a la pareja mafiosa de Iguala adonde mataron a 43 estudiantes?
Sólo faltó tiempo para que se consolidara la unidad mafiosa entre esa autoridad y el “Viejo Paco”, alias de Angel León Arévalo,  Jefe de la Banda La Gran Familia, que actuaba desde Tumbes hasta Huaral siguiendo el modelo mexicano de control de poder y territorio. Su imperio abarcaba 9 Regiones.

El escenario de policías corruptos, jueces y fiscales “archivadores”, le sirvió muy bien al Alcalde Torres para evadir procesos de revocatoria y montar su organización corrupta. Tambien a “Viejo Paco”,  en los negociados de manejo de Sindicatos ilegales, licencias de construcción, canteras ilegales, tráfico de terrenos. “Viejo Paco”. atendía todas las noches en un restaurante de la Plaza de Armas de Chiclayo, adonde llegaban policías, jueces, funcionarios municipales y delincuentes para tratar sus asuntos. Abiertamente, como en Iguala, adonde el crimen no se oculta.
Era tanta la infiltración en la policía local que cuando el Grupo Génesis   aterrizó en un avión militar  para llevarse al Coronel-Topo, Jorge Linares Ripalda sus secuaces , descubrieron que todo el equipo de inteligencia de la región policial estaba coludido con los secuestradores de “La Gran Familia”. Los celadores eran ya soldados del crimen.
La mexicanización del crimen y de la sociedad peruana, está en marcha.
Las  iniciativas de l Presidente Ollanta Humala, de golpear preventivamente a estas bandas de criminales y corruptos,  los han puesto a la defensiva temporalmente. La dosis de activismo psicosocial del ministro Daniel Urresti lo han vuelto el alma de la batalla que las comunidades  desesperadas reclamaban.

LEGALIZAR  LA DROGA, ACABAR CON LOS NARCOS
Todas estas son acciones tácticas, pero no golpes estratégicos ,mientras no cambiemos radicalmente de política respecto a las drogas. Tomar una decisión estratégica y soberana en este campo es decisivo para Perú y también para México.
La economía criminal, gracias a la droga, ha crecido entre 7 a 9 veces con relación a los años 90, generando  168 mil millones de dólares y 15% del PBI latinoamericano.  En el caso de El Salvador y Colombia, la economía criminal llega al 25% de sus PBI en cifras de hace 5 años. México y Perú andan hoy por los dos dígitos según varios estudios.
Estados Unidos, que ha legalizado la marihuana en algunos estados, señala un claro derrotero a seguir. El control del suministro y la distribución, es la clave para impedir que la venta en las calles genere imperios criminales  que tienen mas plata que todas las policías juntas de América Latina. Es la diferencia entre concebir el tema de la drogas cómo un grave problema de salud pública frente a la penalización y criminalización.
Uruguay, con el Presidente José Mujica, también siguió un curso similar con buenos resultados, demostrando que ésa es la lógica a seguir para la coca, heroína y otras drogas de origen químico.
Según muchos expertos la legalización con  campañas de alta presión contra el consumo, pueden dar resultados similares a la lucha contra el cigarrillo y el alcoholismo. La intolerancia al tabaco ha tenido resultados espectaculares en Perú y muchos otros países. Cuando en cines, aviones y restaurantes te botan a la calle por fumar, los viciosos son reducidos a una minoría extrema. ¿Por qué no hacer la pinza de control social y tratamiento médico con las drogas duras
 A pesar de los esfuerzos del estado y gobierno peruanos la droga se ha vuelto un canal de multiplicación de la violencia y el riesgo, mientras los países desarrollados no bajan sus altas tasas de consumo. Bajar este riesgo es la misión del estado y ha llegado la hora de bajarle la palanca a políticas que soplan la pluma en nuestra dirección, sin una verdadera corresponsabilidad
MUJER DEL ALCALDE DE IGUALA


KATIUSKA-CHICLAYO

 IGUALA NO, PERU SI
Desde 1993, cuando el cártel de Cali, asesinó al primer Sánchez Paredes, quien se había pasado al bando mexicano, las rancheras reemplazaron, poco a poco, a la cumbia en la dialéctica criminal de la droga. Proceso lento y seguro, sin pausa y sin prisa, que marcó el salto del menudeo a la exportación por toneladas y por los puertos de millones de dólares en exportación no tradicional.
Factores internos como un imparable deterioro institucional y la ausencia de planificación de la inversión pública, la descentralización del poder en archipiélagos , un crecimiento económico tanto en el sector formal como en el informal, así como la terrible secuela de violencia generada por Sendero Luminoso, unidos al desborde popular informal en actividades económicas como la minería artesanal o la invasión del suelo urbano, fueron el fogón que cocinó la incontrolable situación actual. No puede seguir si queremos ser  un país viable.
Mary Kaldor , habla de guerras adonde se mezclan conflictos con la subversión, con la violencia criminal, la economía ilegal y los conflictos entre estados o grupos políticos, como el signo de los conflictos del siglo 21.

Los conflictos se resuelven precisamente  para que no siga la guerra. Legalizar la droga, es como ponerle fronteras a un país y permite parar los cañones y fusiles. No queremos ser  Iguala.