CALDO DE GALLINA, POTENTE SÍMBOLO DEL PERÚ DE HOY |
Perú sigue siendo un país-a la vez- sentado tambien en un banco de oro con pero con claros signos de que la aúrea ordalía llega a su fin: frenazo al dólar con una medida de control del BCR que es la primera en 16 años porque los capitales golondirons quieren hacer la carrera hacia Villadiego, suspensión de 35 proyectos mineros despues de Conga, y una Conga, que se ha vuelto una Comba, que ahora amenaza convertirse en un Rescate de Atahualpa al revés parando en seco a varios proyectos en la región Cajamarca.
Los europeos ya están deshauciados y los chinos asustados, no es el Apocalípsis, pero ¿cómo seguir siendo prósperos en medio de lo que el gran Quevedo llamaría propiamente un burdel?
Quizás es bueno saber que estamos en el Perú, el país teflón, la nación de camaleones políticos y de advenedizos que se vuelven presidentes, la tierra con dosis de sabiduría, paciencia andina, positivismo culinario y pesismismo futbolero. Me explico, si nadie asume los problemas-como en el deporte-la gente deja el fútbol y se pasa al voley, Ollanta parecería (en condicional) no jalar e inventan a Nadine, sacan del sombrero a Gastón y le creen su "revolución de los cocineros", "Mi novio el Guachimán" destierra al mas triste olvido a 15 años de la Urraca. Así es el Perú de hoy, nación de emociones fugaces, de mediáticas ficciones, de improvisaciones sin laboratorio o planeamiento, de convicciones fanáticas y ecomociones violentas, como el amor despechado.
Hace unos días fui al Mercado Mayorista de Santa Anita, haciendo turismo urbano, y decidí tomar un caldo de gallina en un esquina adonde el público asistente eran camioneros, tías prestamistas, principes de la papa y del ajo, casi todos Huancas. Grande fue mi sorpresa cuando vi a todos los comensales mirando el debate de La Haya como si fuera un clásico futbolero. Cuchara en mano prestaban patriótica y vigilante atención a todo lo que decían los representantes del Perú. Algo ha cambiado en la cultura de la gente que púbicos tan diversos se compran el pleito de la nación. Y ese es el cambio cultural que generan los medios y un nuevo acceso a la economía que hace obsoletas La Parada, las Combis, la invasiones de terrenos para construir vivienda.
Es el cambio que hace mas informados a todos los peruanos, mas ricos en bienes materiales y que hacen pensar que Gregorio Santos y sus huestes anti mineras-contrarias al progreso razonable del país-están imaginando un país lleno de ronderos cuando lo real es que los comerciantes y emprendedores que toman caldo de gallina la mañana de los sábados, son muchos mas. Nunca ganarán las elecciones presidenciales. Tampoco estos televidentes de La Haya son agentes de bolsa o desenfrenados neo liberales capitalistas. Creen en el billete pero- como me dijo un camionero con la boca atiborrada de fideos y caldo-"no nos gustan los chanchullos de las empresas mineras".
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