martes, 12 de noviembre de 2013

POLITICA Y CAFÉ, DEPENDE ADONDE LO TOMES




Por : Julio Schiappa

El alza de 5% de  apoyo popular registrado por el Presidente Humala responde –en parte-a la acertada decisión de nombrar a su nuevo Premier. Desde el punto de vista del marketing y la comunicación, parece un resultado mas estratégico de una actitud política que empieza a generar resultados, creando nuevos estados de ánimo en el país. Una reacción de apoyo al gobierno, quizás frente al ruido político intenso, con tanto ex Presidente rumbo al juzgado.

Si algo caracteriza al Presidente Ollanta Humala es su persistencia, su austeridad espartana en el servicio al pueblo y su pragmatismo de comandante. Y ese estilo de gobierno parece estar llegando a los ciudadanos que , en su mayoria, quieren el progreso. Es cuestión de adónde se toma uno el café, cómo muy bien lo sabe su nuevo Premier, el cafetero y cafetalero, César Villanueva.
Dos historias ocurridas el 6 de noviembre de este año,  a las 8 en punto de la mañana ilustran las tremendas diferencias de percepciones sobre el país , frente a una taza de café.

EN MAGADALENA
En un café de Magdalena del Mar, conocido por sus deliciosas empanadas y mejor café, un gurú político, viejo periodista jubilado, tiene extasiado a su auditorio de empresarios, asesores parlamentarios y huele guisos. Con la mayor seriedad, entornando las cejas, predice un cataclismo cuyo epicentro está en Palacio de Gobierno. Habla de movimientos militares, de oscuras conspiraciones en las altas esferas, de poderes fácticos que apuntan morteros contra la llamada “reelección conyugal”.

El gurú, bajando la voz, haciéndola cavernosa para asustar a sus contertulios, dice, “la cosa está que arde, nadie sabe adonde va este país”. “Villanueva, buena gente, capaz, no dura, no lo dejan poner ministros”, añade. Una nube de pesimismo, desazón y mala leche, llega hasta mi cercana mesa,  desde la que atiendo la tétrica ola de pronósticos.

EN QUILLABAMBA
Son las 9 a.m. en Quillabamba ,Cusco, un grupo de 75 delegados de la Cuenca del Río Vilcanota se reúnen para discutir la constitución de una Fundación, complemento social de un proyecto de 6 hidroeléctricas que usarán el sagrado río de los Incas para generar unos 200 MW de energía. Hablan con énfasis y emoción, con esos movimientos de brazos, cortos y enfáticos, propios de los Quechuas.

Discuten una inversión de 205 millones de soles en proyectos sociales, por parte de una empresa peruana-suizo australiana-alemana,  que incluye donaciones de turbinas para generar su propia energía, asi como mejoras radicales en educación y salud. El proyecto incluye becas para que hijos de todos los pueblos beneficiarios obtengan 180  para capacitarse como técnicos e ingenieros en gestión eléctrica. Es el mejor proyecto de inclusión social en la larga historia del  sector hidroeléctrico del país, que hará a estos recios agricultores, casi todos cafetaleros, socios en las 6 empresas locales que se han constituido. Es un proyecto que también se caracteriza por respetar el ambiente y la sostenibilidad productiva de las chacras campesinas

Entre el café de Magdalena del Mar y  el que tomaron los campesinos de Quillabamba no hay grandes diferencias de sabor. Unos los toman en tacitas y otros en grandes jarros enlozados, pero la diferencia está en la percepción del país.

Los de Magdalena reflejan matices conservadores mirando el  Perú por el prisma de los medios, los partidos,  instituciones como el Congreso o los gremios profesionales y empresariales. Tienen metida en el alma una permanente búsqueda del poder, pero no congenian con esa mayoría de peruanos que Arellano califica como Progresistas o Aspiracionales que son la cara nueva del Perú.

Los de Quillabamba, golpeados por la plaga de la roya y trabas mil, tienen el empuje del progreso metido adentro del alma. Ven desarrollarse gracias al turismo la cercana Urubamba.  Saben que las hidroelécticas son una gran oportunidad, y ,seguramente no quieren que sus beneficios terminen malversados como el Canon de Camisea.

Es cuestión de adónde se toma uno el café, cómo muy bien lo sabe  el nuevo Premier.
 


No hay comentarios: